“La totora, el último legado”, es el nombre del documental que se estrenó ayer, que cuenta la historia de la totora en San Rafael de la Laguna, lugar donde los artesanos trabajan duro para convertir este material en arte, preservando un legado de generaciones.
Se trata de un documental contado por los mismos guardianes de la totora, que hasta hoy, producen artesanías de esta planta.
Origen del documental
El proyecto surge de la mente de un Inti Casco, quien propone realizar un documental de la totora como tema de tesis, contando la historia de esta planta en San Rafael, y el trabajo que por muchos años han continuado las familias de la parroquia, como un medio de sustento.
Sin embargo, lejos de quedarse como un proyecto de grado, la productora Edensay, se involucró en el trabajo para mejorarlo junto a Casco, y llevarlo más allá.
Un legado por recuperar
En San Rafael, los adultos mayores de 80 años son los que siguen trabajando en las artesanías de totora, mientras que, los más jóvenes que lo continúan son personas de 35 años.
Fausto Proaño, productor de “La Totora, el último legado” comentó que en el tiempo que realizaron la producción, notaron que la totora se está perdiendo, de ahí el nombre del documental, que busca rescatar la práctica de la totora, para conservar el legado de generaciones de personas en San Rafael.
“Los jóvenes de hoy en día se dedican a otras actividades, entonces le ven a la totora como una forma de sobrevivencia”, mencionó Proaño.
Es por esta razón que se pretende realzar el valor de la totora a través de una historia, que cuente todo el trabajo que se esconde detrás de estas artesanías.
El documental, además, relata como los bisabuelos, los abuelos y los padres han vivido de esta práctica y han educado así a sus hijos.
Proaño destacó que la totora ya no se usa como antes, solo para la elaboración de esteras, sino que con ella, realizan distintos tipos de productos como muebles, decoraciones y hasta forros para paredes.
Trabajaron por mucho tiempo
Proaño explicó que fue un proceso de varios meses, entre la planificación, la búsqueda de locaciones, la grabación y la postproducción. De la misma forma, el GAD Parroquial de San Rafael de la Laguna, apoyó a la realización de este proyecto.