Para enfrentar a los narcodelincuentes, el presidente Daniel Noboa, insistió en su propuesta, que fue bandera de campaña, la posibilidad de crear barcazas o un sistema de barcos prisiones en alta mar. Las “barcazas penitenciarias” se ubicarían “en aguas ecuatorianas”, a 80 millas de tierra firme. La idea sería crear un sistema de barcos prisiones en alta mar para alejar a los reclusos de “los no violentos” y desconectarlos de sus redes criminales. Pero esta posibilidad quedó a segundo plano, tras el anuncio de dos nuevos centros penitenciarios: uno en Santa Elena y otro en Pastaza, del tipo “Bukele” se ha dicho en los medios. A pesar de lo que se diga, se sigue construyendo cerca de los poblados.