Ibarra.- “Me llegó una nota escrita a computadora pidiendo una cantidad de dinero. Me dijeron que era un aporte para una organización delictiva y que, a cambio, mi negocio y mi familia recibirían protección. Supe que ‘cartas’ similares les llegaron a otros propietarios de locales, pero nadie ha denunciado y, desconozco, si entregaron el dinero. En mi caso no lo di, pero tengo miedo de que atenten contra mi integridad o que empiecen a actuar como en las provincias de la costa, en donde no pagan las ‘vacunas’ y les matan”, fue el testimonio de la dueña de un local del centro de Ibarra, quien cerró su negocio algunos días.

¿Cómo operan?
Las extorsiones se han convertido en una fuente de financiamiento para los grupos del crimen organizado y las microbandas, que operan en la mayoría de provincias del país.
Desde enero de 2021, hasta octubre de este año, en Fiscalía se han realizado 9 272 denuncias. Los extorsionadores han descubierto que esta es una forma fácil y efectiva de ganar dinero, para financiar sus actividades ilícitas.
Además, la mayoría de llamadas, las víctimas las reciben desde las cárceles y siempre se identifican con un grupo criminal, para crear miedo en sus víctimas.
Entre enero y octubre de 2022, la Fiscalía ha recibido 6 475 denuncias por extorsión, de las cuales 1 260 fueron tentativas, pero 5 215 personas denunciaron el delito cuando ya fue consumado. Estos casos han tenido un aumento significativo si se compara con 2021, año en el que se registraron 2 797 denuncias en todo el país.

En el Ecuador
Según el Ministerio del Interior se han desarticulado 1 436 bandas delictivas de lo que va el 2022. Y se asegura que hay una proliferación de ‘microbandas’, que vieron los réditos de la extorsión y se aprovechan del temor de la ciudadanía” explica una fuente policial al portal Primicias.
La Policía cataloga a una organización delictiva como banda cuando dos o más personas cometen un delito. Por otra parte, en el contexto actual de violencia y explosiones atribuida a organizaciones como “Los Choneros”, “Tiguerones” o “Lagartos”, las ‘microbandas’ usan estos nombres para amenazar a las víctimas. “Por eso mandan, a través de números enmascarados audios diciendo que son miembros de esos grupos criminales”, añade la fuente.

Tipos de extorsiones
Las autoridades han identificado en el país cuatro tipos de extorsiones. La extorsión común, que es cuando se amenaza con violencia directa, con el asesinato o hacerle daño a una persona cercana. Se piden altas sumas de dinero y se impone un tiempo para definir el pago.
Además existe la extorsión siciliana, que lleva ese nombre por sus orígenes en la década de 1950 al sur de Italia, con el aparecimiento de los clanes de la mafia.
Los delincuentes exigían dinero en el negocio de su víctima de manera periódica a cambio de protección.
Existe también la extorsión sexual, cuando las víctimas interactúan con personas desconocidas y entablan relaciones por medios digitales como redes sociales. Algunos envían fotografías íntimas, lo que origina después una extorsión sexual por quienes tienen esa información y amenazan con hacerlas públicas.
Finalmente existe la extorsión virtual, que es cuando el delincuente obtiene información de la víctima a través de lo que comparte en los perfiles de redes sociales.