El papa Francisco falleció tras haber estado al frente de la Iglesia Católica, durante 12 años. Su papado, aunque relativamente corto, se destacó por una gestión dinámica que rompió moldes tradicionales. Su enfoque en la misericordia y en las reformas sociales, así como sus esfuerzos por mejorar las relaciones entre las diferentes religiones, lo posicionaron como uno de los papas más cercanos a la comunidad global. Aunque no alcanzó los papados más longevos de la historia, su legado permanece en la lucha por la justicia social, la paz y el cuidado del medio ambiente.
Los más longevos
El papado de Francisco es significativamente más corto en comparación con figuras como Pío IX, quien estuvo en el cargo durante más de 31 años, desde 1846 hasta 1878, el papado más largo de la historia.
Durante su mandato, Pío IX enfrentó grandes desafíos políticos, incluyendo las revoluciones de 1848 y la unificación italiana.
Uno de los eventos más trascendentales de su papado fue la desaparición de los Estados Pontificios, lo que significó el fin de la soberanía territorial de la Iglesia en Italia. Tras Pío IX, León XIII también tuvo un papado largo de más de 25 años, consolidando la estabilidad de la Iglesia en tiempos difíciles.
Reformas y desafíos
El papa Francisco continuó la senda de papas como Juan Pablo II, quien fue obispo de Roma durante 26 años y 5 meses. Al igual que su predecesor polaco, Francisco promovió un enfoque pastoral, abriendo nuevas puertas al diálogo interreligioso y a la crítica interna. Sin embargo, su papado fue notablemente más breve. A pesar de ello, su influencia sobre el catolicismo contemporáneo es indiscutible, ya que buscó hacer de la Iglesia un lugar más accesible y comprometido con los problemas sociales y ecológicos.
Los más fugaces
El papa Urbano VII, en 1590, fue el papa que menos tiempo estuvo al frente de la Iglesia con 13 días, seguido por Bonifacio VI, Celestino IV entre otros. También está el caso de Pío II que duró menos de un mes y Juan Pablo I con 33 días