Los vecinos de Cuesaca se unieron para poner a punto su parque

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Esta semana mediante un acuerdo de cooperación entre el Consejo Noruego Para Refugiados (NRC) y Alcaldía de Bolívar se ejecutó la regeneración del parque recreacional familiar y canchas deportivas del barrio Cuesaca. Durante el fin de semana pasado se organizó una minga comunitaria donde participaron moradores de la localidad, representantes de NRC y el Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Bolívar.
Los participantes colaboraron en la limpieza, a la par que la empresa contratista avanza con los trabajos de obra civil. De igual manera se plantaron las especies ornamentales que darán color y vida a este espacio.

El compromiso de la organización no gubernamental es aportar con el financiamiento de la obra; misma que contempla el diseño y construcción de las áreas verdes del parque, readecuación e instalación de nuevos juegos infantiles, mantenimiento de baterías sanitarias, arreglo de los accesos a la casa comunal y mantenimiento de las cachas deportivas.

Esta intervención busca contribuir a una atención digna, segura e integral de la población local y migrante que reside en este importante sector, promover la integración comunitaria y fortalecer la articulación entre las instituciones para facilitar el acceso a los derechos fundamentales de la población.

Uno tras otro fueron llegando los vecinos con picos, palas, rastrillos y escobas para embellecer el parque. Unos trabajaban la tierra, otros colocaban las flores, y los más jóvenes las regaban.

También se realizaron trabajos de restauración de los aparatos de gimnasio, juegos infantiles, bancas, senderos con adoquín y paredes.

Esta actividad fue liderada por la primera autoridad de la ciudad, el ingeniero. Livardo Benalcázar, alcalde del cantón. Más de una veintena de vecinos acompañaron la jornada.

Cuesaca es un barrio relativamente nuevo ubicado en un área rural del cantón Bolívar, a pocas cuadras de la Panamericana Norte.

En el sector se ha visto la necesidad de fortalecer el rol agrícola y entender a su vez la incidencia de las actividades del ser humano en la modificación de su entorno.

Tiempo atrás, Cuesaca formaba parte de una hacienda ganadera y agrícola en donde se cultivaba maíz, morochillo, arverga, trigo, cebada, como lo recuerda Víctor Quelal Chandi, uno de sus moradores en la plataforma YouTube ‘Mi corazón Viajero’.

Durante 10 años cambió su producción por extractos vejetales y flores como piretro (crisantemo)y marizgol debido a que alrededor de 700 hectáreas fueron arrendada a unos ciudadanos suizos que importaban este producto hasta los Estados Unidos.