Lágrimas de dolor e impotencia se vivió este jueves 13 de abril, durante el último adiós, al sargento de Policía Pablo Javier Cifuentes Muñoz. El uniformado carchense fue asesinado el pasado 10 de abril al interior de la Iglesia Virgen del Cisne en el cantón La Libertad de la provincia de Santa Elena.
Cifuentes tenía 40 años y era oriundo de Tulcán, aunque su infancia y parte de la adolescencia la vivió en la parroquia de El Chical.
“Era una buena persona y de verdad no entiendo por qué a la gente buena le hacen esto”, dice con voz entrecortada Luis Alberto Yar, uno de sus amigos de juventud.
El cuerpo del uniformado fue velado la noche del miércoles en la sala del club de Clases y Policías de Tulcán. Ayer en la Iglesia San Clemente se realizó la misa de honras fúnebres y a las 12:00, se efectuó el sepelio en el Centenario de la capital carchense.
Dolor ciudadano
Cientos de personas acompañaron el féretro, todos con la consigna de que este caso no quede en la impunidad.
Pablo Yacelga, autoridad policial local, señaló que grupos de efectivos de distintos servicios realizan el acompañamiento y le darán el último adiós al excompañero.
Muñoz fue asesinado junto con Jenny Quijije Suárez, de 38, al interior de la iglesia Virgen del Cisne.
Según pudo conocer EL NORTE, las víctimas habían acudido a las enseñanzas de la catequesis dentro de la preparación para la primera comunión.
El uniformado no tenía vínculos familiares con Quijije, por casualidad ambos coincidieron a la reunión.
De momento no se conoce el motivo del crimen, mientras el personal de la Policía Nacional se encuentra investigando las causas del suceso. Se espera que este caso no quede en la impunidad.