Las familias de las dos últimas víctimas del percance del Lago San Pablo tuvieron que esperar ocho días para recuperar los cuerpos de sus familiares. Equipos especializados de las FF.AA. tuvieron que intervenir para lograr encontrar la barcaza, que estaba a 35 metros de profundidad, pues contaban con el equipo técnico necesario para una misión, de ese tipo, bajo el agua. Toda nuestra solidaridad con las familias de Lorena Rochina y Gladys Vásquez. Es importante reconocer el trabajo y el esfuerzo de los equipos de rescate de la provincia, como el apoyo de las comunidades aledañas. Queda por insistir a las autoridades competentes, que tengan mayor control sobre estos servicios turísticos.