Conocida como el ‘Balcón de los Andes’, este cantón es catalogado como el mirador del valle del Chota y desde su territorio se puede contemplar la majestuosidad del cerro Cayambe.
Su cabecera cantonal lleva el mismo nombre, se encuentra asentada en un mirador natural y desde más de cuatro décadas ha progresado notablemente en los aspectos urbanísticos, poblacionales.
Breve historia
Mira perteneció a principios del siglo XX al cantón Espejo hasta que el 7 de agosto de 1.980 el Congreso Nacional aprobó el proyecto de cantonización de Mira.Fue elevado a esta categoría el 18 de agosto de 1980, mediante Decreto Legislativo No. 47 y publicado en el Registro Oficial No. 261 del 27 de agosto de 1980.
Es uno de los seis cantones que conforman la provincia norteña y cuenta con una enorme tradición ancestral y tambien religiosa. Su patrona es la Vírgen de la Caridad y entre sus tradiciones más reconocidas están el Acarreo de Chamiza
Tiene tres parroquias: Concepción, Juan Montalvo y Jijón y Caamaño.

Homenajes
Para recordar su fiesta cívica, la Municipalidad de Mira organizó dos actividades principales dentro de su amplia agenda. Se trata de la Misa en honor a los gestores de la cantonización que comenzó a las 08:00 en la iglesia matriz de Mira y posteriormente la Sesión Solemne, (10:00) en el Coliseo de los Deportes de Mira, en la cual se condecoraron a personalidades del cantón .
Para hoy está previsto como actividad de cierre de todas las celebraciones la Colocación de ofrendas florales, en el Obelisco de la Ciudad.
Los orígenes del cantón
Según el sitio web de la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME) la historia del cantón Mira se sustenta a su pasado regional y tiene que ver básicamente con lo acontecido en la cuenca del río Mira, llamada antiguamente Coangue, particularmente en el siglo XVIII en donde se produce un amplio proceso de traspaso de tierra de indígenas a manos de españoles.
Documentos del período colonial, demuestran que la jurisdicción de Mira se extendía por el norte hasta la hacienda de San José; por el sur hasta la llamada hacienda del Trapiche del Chota, hoy San Vicente de Pusir; por el Oeste las haciendas de los jesuitas y por el Este lindaba con las posesiones de los herederos de Blas Ángel, así como de los caciques de Chitacaspi y otros con posesión en el cerro de Iguán.