Varios moradores de la parroquia de Ambuquí mantienen su preocupación ante los efectos adversos que produce el funcionamiento de una planta de procesamiento de asfalto, que se ubica a 200 metros de distancia del centro poblado y a ciertos campos de cultivo.
Situación
El pasado viernes, 5 de abril, salieron hasta la vía de ingreso a la parroquia, para alzar su voz y poner en evidencia las afectaciones que experimentan a diario. Homero Benavides conversó con Diario EL NORTE y expresó que el humo que desencadena el funcionamiento de la planta ha ocasionado problemas de salud de tipo respiratorio. “Las plantas de ovos se comenzaron a machar por la contaminación”.
Los vecinos temen que la explotación de material de arrastre también afecte directamente a la infraestructura pública, puesto que en la quebrada Ambuquí, de donde se extrae material, se encuentra el estadio de la parroquia y una escuela de educación inicial. En especial, aseguran que no hubo las respectivas socializaciones antes del funcionamiento de la planta.
Por tal motivo, los pobladores, respaldados por el Pueblo Kichwa Karanki, interpusieron una acción de protección al Gobierno Autónomo Descentralizado de San Miguel de Ibarra, que otorgó el premiso de uso de suelo para la actividad. La primera audiencia se efectuó la semana pasada en la Corte Provincial de Justicia de Imbabura.
Audiencia
Elvia Elizabeth Andrade es la jueza a cargo del caso. La magistrada escuchó a las dos partes, y solicitó más información, especialmente técnica, con respecto a los gases generados, afectación a las plantas y al suelo. La audiencia fue suspendida y se retomará una vez que se cumpla el pedido.
Fidel Castro, morador de la parroquia de Ambuquí, dijo que se mantendrán atentos a los avances del proceso, y que continuarán con la causa.