Las mujeres del movimiento indígena de Ecuador reafirmaron este miércoles su unidad en un encuentro con participación de delegadas de buena parte del territorio nacional, antes de sumarse a la movilización por el Día Internacional de la Mujer.
El encuentro convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), la mayor organización de pueblos originarios del país, se dio en el ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en el centro de Quito, con mujeres nativas de la costa, los Andes y la Amazonía ecuatoriana.
La reunión estuvo encabezada por las cinco mujeres que están dentro del Consejo de Gobierno de la Conaie, entre ellas la vicepresidenta de la organización, Zenaida Yasacama, quien en un estamento en redes sociales señaló que este 8 de marzo las mujeres indígenas luchan “por un mundo más justo e igualitario”.
“Es la lucha por nuestros derechos, sólo unidas venceremos”, auguró Yasacama, mientras que la dirigente de Mujeres de la Conaie, Alicia Cahuiya señaló que las mujeres son “madres e hijas de la tierra” y abogó por el cuidado del medio ambiente y de los territorios indígenas.
A su vez, la dirigente de Cultura, Juventud y Deporte de la Conaie, Patricia Calderón, señaló que el Estado debe construir políticas públicas consensuadas que garanticen el derecho a la vida y el desarrollo de las niñas y mujeres”.
Calderón también exigió que se fortalezca la educación propia, la salud integral, la plena participación, la atención fronteriza y también la prevención real de las violencias de género, acceso a la información, justicia y reparación.
“Exigimos no ser criminalizadas, no ser perseguidas y no ser asesinadas por levantar la voz de quienes no tienen voz”, añadió Calderón.
Luego de su encuentro, representantes de las mujeres indígenas se unieron a la marcha feminista que recorrió las calles del centro de Quito para protestar contra la discriminación y la violencia machista, después de que el 2022 acabase con 332 feminicidos, la cifra más alta desde que se tiene registro, según datos de la Fundación ALDEA