Necesitamos gobernabilidad

Los resultados electorales, muy lejos de un pensamiento político o una polarización deben servir para promover la unidad nacional. Una oportunidad para enterrar los insultos, las necedades, los montajes, las mentiras y todos los malos hábitos que tanto han hecho daño. La solución no está en entorpecer proyectos políticos, ni lanzar acusaciones por doquier. Se trata de deponer intereses individuales por los colectivos, abandonar los egos y sumar propuestas. Así se hace país, el enemigo no es el prójimo, pero sí lo es la pobreza, la inseguridad, la desigualdad, el hambre y la corrupción. No hay receta única. Hay un tratamiento adecuado para cada diagnóstico. Eso se llama gobernabilidad.