Caminar por el centro de Ibarra a partir de las siete de la noche puede ser peligroso, ya que la mayoría de los locales comerciales cierran sus puertas y las veredas quedan casi vacías, sin transeúntes.
Específicamente a las 18:30 algunos comerciantes empiezan a guardar los productos, cerrar puertas o bajar la lanfor. Así es como lo hace Silvia Acosta, que tiene un local de artesanías donde ella mismo teje. A esa hora ya guarda sus productos para cerrar por completo el negocio y prevenir algún robo, como ya le ha ocurrido.
A pesar de que hay días con mayor movimiento, Silvia también comentó que en los días de feriado Ibarra es una ciudad desolada, “no hay nada, es negativo para nosotros aquí en el centro”.
La atención donde Silvia empieza a las 09:30, “no abro antes de esa hora porque esto es desolado y tengo miedo que me roben”. Sin embargo, recuerda que anteriormente a las 19:00 recién cerraba, “pero hoy no, hay mucha delincuencia”.
Las calles Sánchez y Cifuentes, Olmedo y Bolívar forman parte del centro de Ibarra, pero las que tiene mayor movimiento es la Sánchez y Olmedo.
Saul Castillo tiene un local de calzado y chaquetas de cuero desde hace unos diez años en la Sánchez. Su horario de trabajo inicia a las 09:00 y termina a las 19:00, sin cerrar al mediodía.
Para algunos, la temporada de inicio de clases (agosto, septiembre) no es tan buena, “siempre baja la actividad económica”, menciona Saul.
Sin embargo, quienes ofrecen el calzado escolar, uniformes y útiles escolares son los principales favorecidos en esta temporada. De igual forma, los comerciantes esperan las fiestas de Ibarra para que se “componga” como dicen, la economía de sus negocios.
Saul reconoce que desde las 19:00 ya no hay movimiento. Así como muchos, ha sido víctima de robo, “pero he ido a quitarles lo robado a los ladrones, eso me ha pasado en algunas ocasiones”. Pasada las 19:00, de acuerdo a Saul, ya empieza a pasar otro tipo de gente. Mientras tanto, añade que hace unos cuatro meses la Policía “hacía rondas por aquí, pero ahora no”.
Cada comerciante reconoce también a la clientela, Saul cuenta que depende si es inicio de mes, los domingos sí hay movimiento en el centro.
Hipolito Páez es propietario de una heladería en la calle Bolívar, aquí asegura que abren pasada las 09:30 y cierran a las 19:00, “no podemos alargarnos más en el horario de atención al público por la inseguridad, no hay vigilancia policial”.