En una noche de elegancia culinaria, los estudiantes del Centro de Formación Artesanal Mitad del Mundo, demostraron su destreza en la alta cocina gourmet.
Este evento marcó el cierre de un arduo año de aprendizaje, donde los estudiantes se sometieron a un estricto régimen para perfeccionar sus habilidades culinarias y convertirse en verdaderos maestros de la gastronomía.
Punto de encuentro
La cena de examen final, que tuvo lugar Cayambe fue un testimonio del compromiso y la pasión que estos jóvenes artesanos de la cocina han invertido en su educación.
Durante meses, los estudiantes se sumergieron en las técnicas culinarias más refinadas y creativas, aprendiendo de chefs experimentados y expertos en gastronomía.
La noche de la cena de examen final marcó el momento en el que pusieron en práctica todo lo que habían asimilado.
Fernando Mesías docente del Centro de Formación, se mostró satisfecho por el nivel mostrado por los estudiantes. “Los muchachos están realizando el montaje de los platos llevando lo tradicional a lo vanguardista”, explicó.
Pero la noche no solo se trató de degustar deliciosos platos gourmet; también fue un momento de celebración y reconocimiento.
Una vez pasada esta fase los estudiantes del CFAMM, recibirán el título certificado, por la Junta Nacional del Artesano. Esta certificación es un paso crucial en sus trayectorias, ya que les permitirá no solo entrar en el mundo de la alta cocina, sino también emprender sus propios negocios gastronómicos.
“Es una experiencia muy bonita. Realmente aprendí desde cero y ahora ya podemos armar platos de alta cocina. Me gusta la cocina, pues con esto podemos expresar nuestros sentimientos”, explica Tania Vanessa Pautachi, estudiante quien también es licenciada en nutrición.
Buen balance
Los platos presentados en esta ocasión fueron auténticas obras de arte culinario, desde entradas hasta postres, con una fusión de sabores y presentaciones que dejaron a los comensales atónitos. Cada plato era una expresión de la creatividad y el compromiso de los estudiantes, y dejó en claro que habían superado las expectativas en su búsqueda de la excelencia culinaria.
La cena de examen final en el CFAMM, no solo fue un evento culinario excepcional, sino también un testimonio del poder de la educación y la determinación de cada uno de ellos.
Estos jóvenes talentosos han demostrado que están listos para dejar su marca en la industria gastronómica, llevando consigo su título certificado por la Junta Nacional del Artesano.