Nuevo estado de excepción para el 2025 y contando

La gestión de Daniel Noboa frente a la crisis de seguridad en Ecuador revela una preocupante dependencia del estado de excepción como herramienta de gobierno. Con alrededor de 279 días bajo esta medida extraordinaria, en más de 320 días de Mandato, el país parece haber normalizado lo que debería ser excepcional. El reciente Decreto 493 amplía el control militar a nuevas provincias, permitiendo allanamientos y restringiendo derechos fundamentales. Hay que considerar que se anunciaron movilizaciones en Quito, también en excepción. Sin embargo, la persistencia de la violencia en zonas como El Oro cuestiona la efectividad de estas medidas y del tan mencionado Pla Fénix. Si bien la militarización puede ofrecer una sensación temporal de seguridad, no aborda las causas estructurales de la crisis. La continuidad del control militar, hoy criticado por el caso de los menores de Guayaquil, sugiere que no se ha solucionado nada.