En dos años, el reflejo del Taita Imbabura en el “espejo” del Lago San Pablo sería turbio y opaco. Sus aguas, su ecosistema… están a poco de morir. Y lo ha advertido: contaminación, “aguas en color rojo”, entre otros aspectos que fueron desapercibidos. No obstante, continuó la expansión desordenada de la frontera agrícola, aumentaron los asentamientos urbanos en las zonas de riesgo, y una evidente desorganización en la planificación territorial. Ahora, las secuelas son alarmantes: de una escala del 1 al 10, el lago se encuentra en el nivel 7, según el doctor Max Bonilla de la Universidad Central del Ecuador (UCE).
La razón
“Fuertemente contaminadas” así fueron clasificadas las aguas de uno de los lagos más grandes de la “Provincia Azul”, según los criterios del Biological Monitoring Working Party (BMWP). Y, ¿Cuál ha sido la principal amenaza? Alta presencia de contenido de coliformes (bacterias), principalmente de levaduras. También la existencia de residuos de orinas o heces de humanos y animales, además de aguas servidas, que afectan al lago San Pablo desde las viviendas aledañas, según Bonilla.
El “monstruo” de la contaminación continúa golpeando al Lago San Pablo. Cada hora, son 68 mil litros de aguas servidas que se descargan directamente. Aunque el problema persiste, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) arrancó con acciones inmediatas para salvar al lago. “Un patrimonio que debemos recuperar con acciones firmes y concretas”, dijo María Luis Cruz, Viceministra del Agua, en una visita en el lugar afectado.
Medidas y acciones correspondientes
Sería de años, décadas o siglos para que el Lago San Pablo se recupere en todo su esplendor. Por ende, las autoridades han puesto en marcha acciones de control para mitigar los daños.
“(Se realizan las actividades en el lago para) marginar el control específico de las descargas que se vienen dando alrededor del mismo”, manifestó Christian Soria, Coordinador Zonal 1.
Finalmente, el MAATE, a través de un comunicado, inició acciones legales para proteger el Lago San Pablo. En primera instancia, “presentó una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Imbabura por el presunto delito contra el agua”.
Asimismo, “mantiene abierto un procedimiento administrativo sancionador en contra del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Otavalo y la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Otavalo (EMAPA-O)”, dice en el comunicado.