EL NORTE tuvo acceso a un polémico caso sobre el título de propiedad de un inmueble ubicado en la comunidad de Inguincho, de la parroquia Quichinche, denominado: Hacienda La Dolorosa. Al parecer, dicho terreno habría sido vendido en dos oportunidades a personas diferentes, lo que ha generado una disputa entre ellos, de la cual ha tomado partida la dirigencia de la localidad, a fin de esclarecer quién es el verdadero dueño.
Primera venta
El ciudadano Milton Ortega asegura que en el año 2.003 adquirió estas tierras situadas con exactitud en el kilómetro 23 de la vía Otavalo – Selva Alegre, de manos del anterior propietario, Manuel Aulestia, a través de una promesa de compra venta.
“Hace pocos meses vende por segunda ocasión esta propiedad a unos falsos compradores. Es una estafa de este señor en contubernio con traficantes de tierras”, manifestó Ortega, acotando que en el año 2.009 terminó de pagar la misma.
Segunda compra
En cuanto al segundo comprador, Germán Ambato Peter Euclides, quien ha delegado a los ciudadanos Félix Puco y Fernando Ruiz, como administradores; habría adquirido La Dolorosa en enero de 2.023.
Para el efecto, el vendedor, le notificó supuestamente que si bien existía una promesa de compra y venta con Ortega, nunca terminó de cancelar la totalidad del valor fijado.
“Jamás ha cumplido con lo acordado como comprador, por lo que (Aulestia) le puso una demanda para que se cancelara el acuerdo de pago. La respuesta de Ortega fue que le pone amparo posesorio y prescripción adquisitiva de dominio. Entonces eso indica que el señor nunca quiso cancelar. Se nos ha acusado más bien a nosotros como falseadores de documentos y que pertenecemos a una banda, pero no es así. Nosotros hemos justificado las escrituras que tenemos registradas, incluso tenemos el respaldo de las comunidades de los alrededores ”, señaló Puco.
Dirigencia comunitaria
Tras estos antecedentes, la directiva del poblado de Inguincho, liderada por su presidenta Esther Vera, inició un proceso de Justicia Indígena para deliberar quién es el verdadero propietario del terreno, el cual tiene más de 100 hectáreas de extensión.
“Como comunidad actuamos como jueces de paz dentro de la Justicia Indígena. Las dos partes aceptaron firmar dos actas, la primera de ellas el 3 de febrero de 2.023, en donde se acuerda dejar el caso en manos de la comunidad. La segunda acta fue el 8 de febrero, y la firmaron con sus abogados”, explicó Vera.
De esta manera habría dado inicio el procedimiento, solicitando a los implicados en primera instancia, que hagan comparecer al señor Manuel Aulestia, ex dueño de la propiedad para que declare qué fue lo que pasó con la hacienda. Si efectivamente Ortega no le canceló y por ello decidió venderla al segundo comprador. Pero nunca se habría hecho presente.
Adicionalmente, según la presidenta, se solicitó documentación habilitante a ambas partes, no obstante, desde el lado de Germán Ambato Peter Euclides y sus colaboradores no habría existido interés, por lo que la resolución se dictó a favor de Ortega.
Es así que se puso en conocimiento de los entes competentes la decisión, para que se proceda a su desalojo, el cual fue fallido.