Postergar las fiestas del Inti Raymi y mantenerse en pie de lucha, fueron parta de las decisiones tomadas por el Pueblo Kichwa Karanqui. La organización andina, se mantiene en pie de lucha de manera indefinida en estas jornadas de movilización.
Al ritmo de la música de la agrupación Saraurko se desarrolló la asamblea convocada por la organización kichwa en la Plazoleta de Caranqui.
El místico escenario, fue testigo del sentir de cientos de comuneros que llegaron desde varias partes de Ibarra para ser parte del evento.
Antes de iniciar con la asamblea, Ayni Guamán, yachac kichwa fue el encargado de realizar la ceremonia ritual. Este fue una invitación a conocer la cosmovisión y resistencia cultural de este pueblo.
Tras dos horas de asamblea y por decisión unánime se determinó que mantenerse en asamblea permanente; rechazar la intromisión de la fuerza pública en el territorio.
“Vamos a postergar las fiestas del Inti Raymi a nivel institucional del Pueblo Kichwa Karanki. Los dirigentes comunitarios y todos seguimos en asambleas permanentes”, expresó Santiago Farinango, presidente de la organización andina.
No obstante, no es el único gremio que llamó a protestar en estos días. El Frente Popular de Imbabura y el Frente Unitario de Trabajadores también realizaron una marcha en la ciudad. A la voz de protesta se suman la Unión Nacional de Educadores. Los plantones liderados por el magisterio tienen como objetivo exigir la publicación en el Registro Oficial de las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), relacionadas con la equiparación salarial.
Las organizaciones que se encuentran en la movilización a nivel de Imbabura, tienen como bandera de lucha, los 10 pliegos de peticiones por la que la Conaie inició las manifestaciones. Estos son la reducción y congelamiento del precio del combustible; el refinanciamiento de deudas por un año para el sector agrícola; el control en los precios de los productos para el campo; la no precarización de la jornada laboral; la revisión de los proyectos extractivistas (mineros); el respeto de los derechos colectivos, como la educación bilingüe y la justicia indígena; la no privatización de los sectores estratégicos; el control de la especulación de precios; un presupuesto para la salud.