La terrible muerte de un joven estudiante universitario, acontecida en Ibarra, abre otro alarmante capítulo en la historia de la Ciudad Blanca, que hace mucho tiempo perdió la percepción de ser territorio de paz. Su hallazgo, en el departamento de otro estudiante, con evidentes señales de agresión física e intento de desmembramiento, es un escalofriante escenario que no se debe dejar pasar. Según la Policía, su muerte ocurre bajo los efectos de bebidas alcohólicas. No es una película de terror, ni una historia de ficción. Esta es la realidad de una provincia, una ciudad, y una sociedad que se enferma. El Gobernador habló de corresponsabilidad, y los ciudadanos claman por seguridad. ¿Quién responde?