En tiempos de elecciones, la conciencia debe guiarnos hacia el diálogo y el respeto. La confrontación vacía y los ataques personales solo dividen a la sociedad, alejándonos de soluciones reales. En cambio, las propuestas fundamentadas y el debate constructivo fortalecen la democracia y promueven el bienestar común. El Día Internacional de la Conciencia (5 de abril) nos recuerda que la paz y la convivencia dependen de nuestra capacidad para reflexionar y actuar con ética. Así como la UNESCO planteó la cultura de paz como un pilar fundamental, hoy debemos aplicar ese principio al ejercicio democrático. Elegir con responsabilidad implica escuchar, analizar y priorizar iniciativas que aporten al desarrollo sostenible y la justicia social. La diversidad de ideas no debe ser motivo de enfrentamiento, sino una oportunidad para construir. Solo con respeto y conciencia lograremos elecciones donde prime el bienestar colectivo y no la discordia.