Un grupo de reclusos de la cárcel El Rodeo, de la ciudad ecuatoriana de Portoviejo, amenazó este martes con un nuevo motín y rechazó el traslado a esa prisión de otros reos peligrosos desde la Penitenciaría de Guayaquil, en medio de una oleada de violencia en varias zonas del país.
El grupo de prisioneros de El Rodeo, a través de un portavoz que lució su cara cubierta, advirtió en un video en redes sociales de una “guerra” si las autoridades penitenciarias y del Gobierno continúan con su política de traslado de presos considerados peligrosos.
El Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de la Libertad (PPL) había informado horas antes del traslado de reclusos de la cárcel Guayas Número 1, conocida como la Penitenciaría de Guayaquil (suroeste), para permitir la reparación de ciertos pabellones de dicho centro.
El jefe de Contingencia Penitenciaria de Manabí, Jorge Analuisa, confirmó a Primicias que 515 presos de la Penitenciaría del Litoral fueron trasladados a la cárcel de El Rodeo, en Portoviejo, la tarde del 1 de noviembre de 2022. Los detenidos llegaron en 25 buses, que fueron custodiados por la Policía.
Además en un documento señalaron que el objetivo es disminuir el hacinamiento. “Hemos entrado a recuperar espacios, hemos entrado a recuperar pabellones… Estamos convencidos que podemos dar pasos contundentes para dignificar precautelar derechos de las personas privadas de la libertad”, aseguró en declaraciones el director general del SNAI, Ab. Guillermo Rodríguez, quien dirigió presencialmente estas acciones.
El titular de este Servicio indicó que se efectuaron traslados de PPL con el objetivo de: disminuir al hacinamiento, ya que -por ejemplo-en uno de los pabellones intervenidos existia 101% de sobrepoblación.
Sin dar más detalles, el SNAI también informó que ocho guardias penitenciarios habían sido retenidos por un grupo de reos de la cárcel de Esmeraldas, en la provincia del mismo nombre (noroeste), aunque en la tarde se confirmó su liberación.
En medio de un ambiente de tensión en las cárceles, también avivada por hechos de violencia en las calles, donde se han denunciado varios enfrentamientos a tiros entre policías y delincuentes, los reclusos de El Rodeo advirtieron de que pueden haber nuevas reyertas entre las bandas de prisioneros.
Según el portavoz encapuchado del grupo de prisioneros, las Personas Privadas de Libertad (PPL) que fueron trasladadas desde la Penitenciaría de Guayaquil, serían a quienes se les atribuye una masacre carcelaria en febrero de 2021, cuando fueron asesinados cerca de cien reclusos.
Por ello, rechazó la llegada a El Rodeo de presos del denominado Pabellón 2 de la Penitenciaría de Guayaquil y responsabilizó a las autoridades de lo que pueda suceder en la cárcel de Portoviejo, la capital de la provincia costera de Manabí (oeste).
“Está en manos la vida de ellos y también la de nosotros”, dijo y aseguró que si se mantiene la actual situación “se amotinará la regional completa”, en referencia a los pabellones de la cárcel manabita.
El traslado, dijo, altera el ambiente en esa prisión. “Queremos vivir en santa paz, como nos hemos mantenido estos dos últimos años”, refirió.
“No queremos a nadie de otro lado”, dijo, mientras que otros reclusos coincidían en que no querían a ninguno de los reclusos del Pabellón 2 de la Penitenciaría de Guayaquil, considerada de máxima seguridad y de albergar a reos de alta peligrosidad.
De su lado, el legislador de la provincia de Manabí Xavier Santos advirtió que el traslado de prisioneros a la cárcel El Rodeo genera mucha preocupación entre la población de su jurisdicción.
Recordó que en El Rodeo no se habían presentado reyertas o matanzas entre reos, como sí ha ocurrido en otras prisiones del país, por lo que el traslado de reclusos podría generar hacinamiento y generar eventuales “matanzas”.
Santos incluso solicitó al ministro del Interior, Juan Zapata, que comparezca ante la Asamblea Nacional (Parlamento) para que explique sobre la situación carcelaria, que afronta una profunda crisis desde hace más de dos años.
En lo que va del año, más de 100 reclusos han fallecido violentamente en las cárceles ecuatorianas y son más de 400 los asesinados desde 2020 en frecuentes reyertas entre bandas que se disputan el control de las prisiones.