EL NORTE visitó el relleno sanitario del cantón Otavalo, ubicado en la comunidad de Carabuela, a fin de conocer cómo funciona esta infraestructura pública que ha sido considerada como referente a nivel provincial y nacional en cuanto al tratamiento y disposición final de los desechos orgánicos e inorgánicos.
Educación ambiental
Desde la llegada al sitio, se pudo evidenciar organización y funcionalidad en cada uno de los espacios, lo que en conjunto da una buena imagen en general del sitio.
No obstante, lo que más llama la atención es la implementación de un centro de interpretación y educación ambiental, en donde estudiantes y ciudadanía en general pueden acudir a informarse sobre el proceso que deben atravesar los desechos al interior del relleno, al tiempo que conocen del cuidado de la naturaleza, a través de prácticas conscientes que deberían tener los humanos.
“Hay mucha gente que suele tener recelo de visitar el relleno sanitario porque piensan que es un sitio en donde se van a contaminar, que está sucio, con mal olor; entonces se adecuó todo esto para que vengan a conocer estos procesos de una manera segura. Quisimos cambiar la imagen que se tiene de un relleno sanitario y a la vez concienciar a la ciudadanía”, explicó Nancy Salazar, jefa de tratamiento y disposición final de residuos sólidos de la Municipalidad.
Tratamiento y disposición para el relleno sanitario
En cuanto al manejo de los desechos, cabe señalar que tanto el material orgánico como el inorgánico que ingresa al relleno, en primera instancia es tratado para su aprovechamiento.
Por ejemplo lo orgánico se somete a un proceso de compostaje, de donde se obtiene el denominado compost, que sirve como abono para la producción agrícola. Dicho insumo incluso es comercializado por el GADMO.
Por su parte los desechos inorgánicos se clasifican y se compactan para igualmente venderlos a personas o empresas interesadas. Lo que es inutilizable se entierra en un cubeto para su disposición final.