Con un monto de USD 46 mil, dinero que proviene de la EMAPAI y de la Municipalidad, se realizará un estudio para el mejoramiento de la dotación del sistema de agua potable para la parroquia de Salinas. Abel Andrango, director Técnico de la EMAPAI, señaló que los resultados del estudio se podrán implementar cuando se destinen el presupuesto desde el Cabildo.
El funcionario precisó cuáles son los problemas que enfrentan la parroquia, con respecto a la dotación de agua de consumo humano, ante el Concejo Municipal. Así mismo, dijo que el nuevo proyecto de dotación de agua provendría del río Palacara, en Urcuquí, que no tiene contaminantes de metales pesados.
Lo que ocurre en Salinas
Andrango señaló que el agua que consume la población de Salinas proviene del canal de riego San Florencio Tamayo, de la cual se capta seis litros por segundo y se destina a la planta de tratamiento, desde ahí, se transporta 300 litros, lo que significa – señala el funcionario – que apenas se aprovecha el 2% de todo el canal. Advirtió que la acequia Tamayo se cierra cuando llueve y ocurren deslaves. Los concejales Óscar Caicedo, Betty Romero y Mirian Salgado increparon a Andrango sobre la calidad y cantidad de agua potable que recibe la población de Salinas, cuestionaron la falta de información por parte de la entidad municipal.
Andrango dijo que el agua que recibe la parroquia únicamente de la acequia San Florencio Tamayo. Explicó que en 2017 y 2022 se cerraron dos fuentes de captación (Cueva Santa y Consejo) por la presencia de materiales pesados (arsénico), que no podían ser tratados por la EMAPAI. Aseguró que se toman muestras diarias para garantizar la calidad del agua y cumple con todos los parámetros de salud.
Aclaró que la mayoría de fuentes de agua que podrían captar, en el sector, tienen presencia del material contaminante.