La parroquia de San Antonio de Ibarra se convirtió en un escenario caótico cuando las fuertes precipitaciones azotaron la noche del 4 y la madrugada del 5 de febrero, dejando a su paso lodo, escombros y vías afectadas. La población se vio sumida en una situación de emergencia.
La 27 de Noviembre y calles aledañas fueron afectadas. También parte de los barrios cercanos a la vía San Antonio- Peguche, y los sectores de Tanguarín, Pucahuaico y La Compañía. De acuerdo con la información oficial, no se registraron víctimas o heridos, pero sí pérdidas materiales.
El Relato
Guadalupe Almeida, moradora del barrio 27 de Noviembre, relató que cerca de las 22:00 del domingo 4 de febrero se escuchó como la “lluvia bajaba con fuerza por la calle, pero a la media noche se volvió más complicada la situación”.
Al igual que Guadalupe, otros moradores del sector salieron a sus aceras para evidenciar la fuerza de la lluvia, que llevaba ya consigo escombros de la parte alta de San Antonio. La acumulación de agua fue desmedida, que levantó adoquines y colapsó alcantarillas.
El coronel Fabián López, comandante del Cuerpo de Bomberos de Ibarra, confirmó que recibieron las llamadas a partir del 23:00 del día mencionado para auxiliar en las zonas afectadas. Inmediatamente, el personal bomberil se trasladó a la parroquia.
Mesa de Seguridad
Alrededor de las 7:00, del lunes 5 de febrero, se articuló una mesa de seguridad en la parroquia, donde estuvieron presentes los representantes de barrios y comunidades afectadas. Además, del presidente del GAD Parroquial, el principal de la Dirección de Obras Públicas del GAD de Ibarra e intuiciones como EMAPA-I y EMELNORTE.
En este espacio se estableció una hoja de ruta para atender a los sectores prioritarios, que fueron Tanguarín y Pucahuaico. Héctor Guillermo Chuquín, presidente del GAD Parroquial de San Antonio, indicó que desarrollan un plan de contingencia en caso de que se presente otra situación similar.
Zonas Afectadas de San Antonio
Diario EL NORTE realizó un recorrido por los sectores afectados, y constató la situación que vive la parroquia. La calle 27 de Noviembre presenta hundimientos en la calzada, es decir, adoquines que se abrieron por la fuerza del agua. Igualmente, acumulación de lodo y escombros, en su mayoría, piedras.
Esta fue la situación de Julio Caiza quien, junto a su esposa, retiró el lado y agua que, de manera inoportuna, ingresó hasta su vivienda. “Se metió el cuarto de mi hija, con baldes y palas sacamos todo. Desde temprano los vecinos nos levantamos a realizar la limpieza”.
En el sector de La Compañía de Jesús, hubo afectaciones por arrastre de lodo y piedras desde las zonas altas, lo que ocasionó taponamientos de vías principales de ingreso al barrio.
Una de las emergencias más graves ocurrió en el sector de Tanguarín, cuando la parte de una vivienda se desplomó en una quebrada debido a la inestabilidad del suelo. Según los vecinos, este espacio operaba como la bodega de una empresa de seguridad privada, que entre sus pertenencias tenía equipo, armas, material de oficina, muebles, entre otros enseres.
Acciones
En ese sentido, Christian Vivero, director de Obras Públicas del GAD, expresó que se realizó la evaluación inicial de necesidades, se coordinaron labores para ayuda humanitaria y el desalojo de material y escombros. Junto a EMAPA-I y el GAD Parroquial de San Antonio de Ibarra se desarrolla la limpieza de sumideros. Hasta el momento, se removieron más de 600 metros cúbicos de material.
Por su parte, Raúl Beltrán, gerente de la EMAPA-I, indicó que los sistemas de alcantarillado y agua potable presentan inconvenientes. “Algunas de las zonas afectadas se encuentran sin agua. El personal de la empresa ya se encuentra en los puntos. Hay que entender que muchas tuberías colapsaron y que los flujos de lodo ocasionaron taponamiento”.
Hasta el cierre de la presente edición, el equipo técnico y operativo del GAD de IBARRA, EMAPA-I, Gobierno Provincial y EMELNORTE se encuentran en territorio limpiando y desalojando el material. De igual manera, evaluando la magnitud de los daños y poniendo en marcha las medidas de mitigación.