Este 20 de diciembre quedará en la memoria de los ecuatorianos como el día en que se acabó una temporada de dudas, incomodidad e incertidumbre. Por meses, la gente vivió a la expectativa de nuevos horarios de apagones y planificando sus actividades sin electricidad. Locales cerrados, horarios de clase alterados, electrodomésticos dañados, reuniones virtuales suspendidas, mudanza de los sitios de trabajo y el molestoso ‘rum rum’ de los generadores. Todo esto, según el Gobierno, acabó hoy y el INAMHI pronostica lluvias hasta el 23 de diciembre en gran parte del país y zonas clave como las hidroeléctricas. Qué bueno por el país, pero nos deja una enseñanza vital a los ecuatorianos. La poca planificación y cultura de prevención de las autoridades. Plazos cortos, tiempos políticos, improvisación, el famoso “dejar todo al último”. Se acabará Navidad y Fin de Año, y vamos a ver que otras cosas seguimos dejando para el último.