En la comuna de Pilcacho, en la parroquia Mariano Acosta, del cantón Pimampiro, no fue el miedo ni la oscuridad lo que paralizó a sus habitantes. Sino que fue todo lo contrario. Es que mientras los hombres buscaban a un vecino desaparecido, las mujeres del lugar improvisaban una fogata, calentaban agua y extendían manos solidarias para hacer más llevadera la tragedia que enlutó a una familia de ese sector. Ayer, la víctima fue sepultada en el cementerio de la localidad.
El percance
Un comunero conocido en el sector no regresó a su casa luego de una jornada de pesca deportiva en el río Tajilla Tambo, uno de los afluentes que atraviesa Mariano Acosta.
Según relató Edwin Túquerrez, presidente del GAD Parroquial, el hombre habría caído de manera accidental mientras pescaba cerca de una cascada, en una zona donde, aunque el caudal no estaba crecido, el terreno puede tornarse peligroso. “El caudal no estaba como para generar derrumbes o arrastres, pero el accidente ocurrió por la caída directa al río”, dijo.
Búsqueda
La falta de visibilidad fue uno de los mayores desafíos. “Estábamos ingresando por el río, linterna en mano, pero era muy difícil avanzar. “Decidimos dar la vuelta por el páramo de la cabecera parroquial para tener mejor acceso”, explicó Túquerrez.
La ropa oscura que llevaba el fallecido dificultó aún más su localización. “Pasamos incluso muy cerca del cuerpo sin verlo. “Recién cuando amaneció, logramos ubicarlo”, relató el presidente parroquial. Un grupo grande de personas participó de la jornada de rescate. No solo acudieron los bomberos del cantón, sino una gran cantidad de comuneros de todas las edades. Las mujeres, que no podían avanzar hasta las zonas más peligrosas, se organizaron. “Fue realmente admirable. Había compañeras haciendo fogatas. La gente se volcó con solidaridad”, añadió Túquerrez.
