El próximo 20 de noviembre se abren las puertas de la Asamblea Nacional, nuevamente 137 legisladores deberán generar leyes que beneficien a los 17 millones de ecuatorianos. Sin embargo, desde ya, los acuerdos, las negociaciones, las indirectas, incluso desavenencias se hacen eco. El país requiere de un Legislativo distinto, bueno eso es lo que se espera. Primero deben permitir al Ejecutivo mantener su gobernabilidad, debates con altura, con conocimiento y respeto. Apenas son 18 meses de gestión y en ese lapso de tiempo, se espera que el trabajo de los nuevos y, en algunos casos, conocidos parlamentarios sea eficiente, que las pugnas, camisetasos y shows no tengan cabida en esta nueva Asamblea.