“Tejiendo sueños” es un proyecto auspiciado por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) para, a través del arte, intentar burlar la discriminación contra los inmigrantes venezolanos recluidos en la cárcel de Tulcán.
El proyecto, desarrollado por la fundación Heliconia, es una segunda etapa del programa “El viaje del caracol”, que retrata a la población carcelaria venezolana en la prisión de Tulcán a través de fotografías, videos e historias de un colectivo que sufre una múltiple vulnerabilidad, por inmigrante, recluso y pobre.
El escritor y periodista Juan Carlos Morales, que forma parte del proyecto, comentó a Efe que “El viaje del caracol” recoge la esencia de la Odisea, del poeta griego Homero, como un símil para explicar cómo los venezolanos llevan a cuestas sus hogares durante la diáspora.
Estos temas que ya se describieron en la Odisea, escrita por Homero en el siglo VII antes de nuestra era, “son temas que convocan también ahora a los seres humanos”, mencionó Morales.
En una primera etapa, el plan fue elaborar un filme y una serie fotográfica para que la población carcelaria venezolana se viera reflejada como protagonista de una odisea que enfrentaba peligrosos desafíos y los superaba a través de su alegría.
En este año, el plan continuó con esa línea, pero pasó del rostro a las manos, como herramienta de la creatividad que tiene el ser humano en cualquier condición.
Por ello, el proyecto se centra en la habilidad de los migrantes presos para elaborar collares y pulseras con mullos o cuentas de colores (bolitas de plástico), así como la alegría que emanan con sus canciones y bailes.
El sonido de los tambores africanos, a cargo del músico Felipe Valencia, y la elaboración artesanal de los mullos, de Ana Lucía Palacios, se han incorporado como un ensamble en este proyecto, agregó.
El escritor no dudó al afirmar que se podría replicar este tipo de experiencias en otras prisiones, en un momento en que el sistema carcelario atraviesa por una profunda crisis, con matanzas que han segado la vida de más de 360 prisioneros desde 2021 por la disputa entre bandas.