La detención y envío a una prisión de máxima seguridad del hijo de la vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, investigado por un supuesto tráfico de influencias, ha desatado un torbellino en la clase política del país por las implicaciones electorales de cara a los comicios de febrero de 2025.
Análisis
Y es que tras esa detención, se han alzado voces sobre una eventual petición de juicio político de censura contra Abad en el Parlamento, donde ella había criticado un aparente pacto implícito del oficialismo con los grupos opositores socialcristiano y correísta.
En un último episodio, Sebastián Barreiro, hijo de Abad, ha sido detenido y acusado por la Fiscalía General del Estado de estar implicado en un supuesto caso de tráfico de influencias (tramitación ilegal de cargo público) en la Vicepresidencia.
Barreiro fue trasladado a La Roca, una de las prisiones de máxima seguridad del país, ubicada en la ciudad costera de Guayaquil.
Para el analista Ramiro Aguilar, este parece ser un caso evidente de manejo político, independientemente de que se compruebe el delito imputado, pues parece desproporcionada la decisión de enviarlo a La Roca, donde hay condenados por homicidios, narcotráfico y otro tipo de casos de esa índole.
Por ello, no es difícil suponer que “hay un claro interés político”, insistió tras coincidir con otros analistas que creen que es una maniobra para forzar una eventual dimisión de la vicepresidenta
Y es que el presidente Noboa, que piensa presentarse a esos comicios para repetir el cargo en 2025, debería encargar la conducción del país a la vicepresidenta como manda la Constitución, para poder dedicarse a la campaña.