Mano dura, reformas carcelarias profundas e inversión en tecnología contra el crimen, es el resumen del recetario que propone el nuevo presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa, contra la crisis de violencia que vive el país. La violencia en Ecuador marcó la campaña electoral con el asesinato de varios líderes políticos, entre ellos, el candidato presidencial Fernando Villavicencio, baleado durante un mitin el pasado agosto.
Violencia política
Para la BBC, el asesinato de Villavicencio evidenció que ni siquiera los políticos más conocidos son inmunes a la violencia del país.
Destacó por denunciar la filtración del narcotráfico en estamentos oficiales del gobierno y por proponer afianzar la seguridad a través de la policía y el ejército.
Su asesinato fue quizás el más grave, pero no el único. El alcalde de Manta, Agustín Intriago, fue abatido a tiros mientras visitaba una obra en julio. En el mismo mes, el candidato a diputado Rinder Sánchez fue baleado cuando cuatro sujetos pretendieron supuestamente robarle su auto. En febrero, dos aspirantes a alcalde murieron en sendos atentados.
La muerte de Intriago coincidió con un nuevo brote de violencia en las cárceles ecuatorianas.
En el narcotráfico
Las provincias de Esmeraldas, Guayaquil y Manabí han sido los principales escenarios de la violencia reciente. Allí están los principales puertos del país, infraestructuras codiciadas por los criminales, sobre todo narcotraficantes.
“La principal problemática en relación con la geopolítica del narcotráfico está dada por su ubicación territorial junto a Colombia y Perú, principales productores de cocaína en el mundo, así como por la debilidad en los controles integrados de frontera que facilitan el ingreso de droga que posteriormente es transportada a puntos estratégicos del perfil costero y Guayaquil”, admitió la Policía Nacional en un informe publicado en julio.
A pesar de la gravedad de la situación, el ministro de Interior, Juan Zapata, niega que todo el país esté bajo control del crimen organizado.
“Las muertes violentas están geolocalizadas. Ecuador tiene 24 provincias. El problema está en cinco, que son la ruta de la droga”, explicó.
Guerra en las prisiones
“En Ecuador estamos viviendo una guerra contra las drogas (y tenemos un gobierno) que apunta a poner más policías y militares en las calles, pero que no hace nada por reducir el lavado de activos”, dijo el analista Luis Carlos Córdova.
“Mientras se juega al gato y al ratón, persiguiendo a pandilleros y distrae hacia la seguridad enormes cantidades de recursos que deberían ir a la inversión social, el gobierno no hace nada por romper las estructuras económicas del crimen organizado”, denunció el investigador del proyecto Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central.
Córdova cree que el Gobierno debería invertir más en educación, combatir la deserción y evitar así que jóvenes terminen dentro de bandas criminales.
¿Qué propone Noboa?
“Se deben impulsar reformas profundas en las cárceles y tener un programa de segmentación adecuado, en el cual al 17%, que es el más violento, tenerlo totalmente aislado”, declaró Noboa, quien planteó como su propuesta más novedosa instalar cárceles flotantes en barcazas para internar a delincuentes peligrosos lejos de la costa e impedir que sigan operando desde prisión.
“Serían una medida transitoria mientras reestructuramos todo el sistema carcelario, pero no los podemos tener como en un hotel cinco estrellas. Tienen enchufes, aires acondicionados, pantallas, hay suites en las cárceles”, afirmó.