Un tribunal ecuatoriano llamó este jueves 23 de febrero de 2023 a un juicio de feminicidio contra el expolicía Germán Cáceres, autor confeso del crimen de su esposa, María Belén Bernal, ocurrido el pasado 11 de septiembre en un recinto de la institución donde ejercía como instructor.
El llamamiento a juicio se basó en más de un centenar de pruebas (elementos de convicción) presentados por la Fiscalía, que en un comunicado informó que también será procesado otro agente, Alfonso Camacho.
Según el Ministerio Público, Cáceres ha sido llamado al juicio como “autor directo” del feminicidio, mientras que Camacho como “autor directo por omisión”, al no haber actuado, cuando pudo y debió hacerlo, para evitar el crimen.
La fiscal de Derechos Humanos María Isabel Jiménez, a cargo del caso, ya había detallado en una audiencia anterior el anuncio de la prueba, que ha sido valorada por el tribunal para convocar a juicio a los procesados, agregó la fuente.
En dicha fundamentación, la fiscal argumentó que el feminicidio de Bernal se dio por una “asfixia mecánica por estrangulación”, como resultado de las relaciones de poder que, sobre ella, mantenía su marido.
Crimen de Cáceres
Tras el crimen violento, Cáceres expuso una primera versión ante la Fiscalía y luego huyó del país, por lo que se convirtió en el principal sospechoso de un caso que inició como “desaparición involuntaria” y que luego derivó en “femicidio (feminicidio)”, añadió la Fiscalía en su escrito.
Recordó, además, que el exagente fue vinculado a la instrucción fiscal el pasado 23 de septiembre y que el 3 de enero fue localizado en la población de Palomino, en el norte de Colombia, desde donde fue trasladado a Ecuador para ser recluido en una cárcel.
La Fiscalía insistió en que la vinculación de Camacho se sustenta en el hecho de que no impidió el crimen, “teniendo la obligación de hacerlo”, tras haber escuchado los gritos de auxilio de la víctima, hecho que pudo ser constatado con un peritaje de acústica en el sitio donde ocurrió el feminicidio.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 11 de septiembre de 2022 cuando Bernal fue a visitar a Cáceres en la Escuela Superior de Policía, al norte de Quito, donde este la mató presuntamente en su habitación y después se deshizo del cadáver que fue hallado diez días más tarde en un cerro cercano al lugar.
El caso ha generado una gran conmoción e indignación social y la madre de la víctima, Elizabeth Otavalo, incluso lo ha calificado como un “crimen de Estado” al haberse perpetrado en una institución policial encargada de brindar protección a los ciudadanos.