Un ciudadano recibió un castigo físico el martes último en la comunidad kichwa de La Bolsa, perteneciente a la parroquia Miguel Egas Cabezas, en Otavalo. El cabildo de la localidad, la máxima autoridad indígena del poblado, lo sentenció tras realizar una asamblea comunitaria, por el delito de robo. El hecho sucedió en el parqueadero de la Plaza Pimán, en donde se desarrollaba una feria, como todos los martes. En ese momento, el implicado, acompañado de otro sujeto, habría violado las seguridades de un vehículo que estaba estacionado. Un testigo del robo habría dado la alerta, por lo que los comuneros procedieron a detenerlos. Pero, uno de los sospechosos logro escapar, corriendo a gran velocidad.
Robaron un teléfono
Humberto Imbaquingo, presidente de la comunidad de La Bolsa, explicó que el hombre que fue aprehendido había tomado un teléfono celular y dinero, que estaba en el interior de un vehículo de un cliente que llegó a la Plaza Pimán, para realizar compras. La víctima, que prefirió no revelar su identidad, llegó desde la ciudad de Ibarra. Luego de reconocer que los artículos que fueron hurtados eran de su propiedad, aceptó que se aplique la justicia indígena.
“Nuestra manera de castigar a los que violen la ley está respaldada por la Constitución de Ecuador y de ninguna manera se violará sus derechos humanos. Esta manera de hacer justicia la heredamos de nuestros padres”. Así explicó Imbaquingo a las personas que se dieron cita.
La Policía estuvo presente
El mayor Diego Endara, jefe subrogante de la Subzona Valle del Amanecer, explicó que personal uniformado estuvo presente para verificar que no hayan excesos. La sanción al infra ctor incluyó un baño con agua fría, a cargo de una mujer representante dela Corporación Plaza Pimán. Luego se le azotó con ramas de ortiga y marco. Esto es parte de una ceremonia de purificación, de acuerdo a la tradición de los pueblos indígenas. Finalmente, el detenido recibió ocho azotes con un látigo elaborado con piel seca de ganado vacuno (cabresto). Posteriormente, fue liberado. Ahí le advirtieron que si vuelve a robar en la zona será castigado de una manera más drástica.
