Mora, guanábana, coco, naranjilla y hasta chocolate son los sabores de helado que transcienden en el paladar de los comensales. Pero el gusto no queda ahí, esta golosina se acompaña de un pan de leche. (Sí, un pan de leche).
Ambos productos, aunque distintos, son esenciales para vivir la experiencia gastronómica que ofrece Caranqui.
Esta mezcla de dulce y sal se convirtió en una tradición que se fortaleció en la década de los 20’.
Ahora cualquier persona, ya sea niño o adulto, que visite esta localidad, luego de degustar estos productos, admite que “no hay mejor combinación que el helado de crema y pan de leche”.
Un Disfrute al Paladar
El parque central de Caranqui es el epicentro del sabor. Varios locales se establecieron en sus alrededores con el paso del tiempo. Uno de ellos ‘Las Delicias de Cris’, de Cecilia Oñate, que trabaja junto a sus familiares. Normalmente, ella es la encargada de atender a los clientes, quienes sin lugar a duda son fanáticos de los productos que ofrece.
“Tenemos los helados tradicionales, de frutas naturales y crema, también los nuevos, donde destaca como ingrediente principal el queso. Ya son una novedad entre los visitantes, que llenan mi local los fines de semana. Hemos experimentado con los sabores, pero sin perder la esencia”, dijo.
La misma experimentación de ingredientes y sabor lo ha realizado Alicia Flores, propietaria del local ‘Clementina’. Aquí ofertan un helado denominado ‘El Beso del Ángel’, que es “con base a cereza, arándanos y nueces”. También un exclusivo para personas diabéticas: ‘Paraíso Frutal’.
“Cada persona tiene su gusto. Los clientes que me compran, a la semana siguiente, vuelven. Creo que los helados de Caranqui son únicos. Además, porque los brindamos con el delicioso pan de leche, que llena el paladar con lo dulce y salado”, expresó.
Combinación Perfecta
Juntar el helado y pan de leche, como dicen los mismos moradores de la localidad, es “una experiencia, que si la pruebas una vez, la repetirás”.
Esta misma frase la usó Laura Zuleta, de 84 años de edad. Es la fundadora del local ‘El Deleite’, donde trabaja su hija, Emperatriz Carranco Zuleta, y nieta, Carla Rivadeneira. Tres generaciones que han mantienen vigente la tradición familiar y gastronómica de la parroquia.
“El pan se hace con queso tierno, huevos y harina de maíz. Lo más saludable posible. Ya nos hemos mantenido por más de 26 años. Tenemos nuestra propia preparación, lo hacemos con todo el cariño del mundo. Todo quien venga a Caranqui no puede irse sin disfrutar estos productos. Una vez que prueban el helado cremoso, suavecito, y el pan esponjoso, no olvidan este lugar”, destacó Emperatriz Carranco Zuleta.