La presencia de gobernantes de extrema derecha y de extrema izquierda, empujando la balanza de la opinión pública desde sus discursos, han polarizado un continente sudamericano -de por sí- fragmentado. Por un lado, está el presidente argentino Javier Milei que se abre frente con su homólogo colombiano y exguerrillero Gustavo Petro y por otro el chavista Nicolás Maduro, que pone en riesgo la democracia de su país. En este tira y afloja; tirando de la soga, por un lado, están: el chileno Gabriel Boric y el brasileño Luiz Inacio Da Silva, quienes buscan una imagen más progresista y del otro lado, un joven Daniel Noboa quien junto a Luis Lacalle Pou, pretenden ser menos confrontativos.
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