La noche fue la más despejada de julio. Como si el propio creador quisiera admirar el espectáculo. El viernes pasado se realizó el desfile de las Antorchas, una marcha cívica por las calles de Ibarra. Se acercaba el sereno, mientras sonaban las campanas de las iglesias y los ibarreños acompañaron con banderas rojiblancas, el camino libertario de Simón Bolívar; quien durante la historia, fue un asiduo visitante de la capital imbabureña: “La ciudad a la que siempre se vuelve”. Los 200 años de la Batalla de Ibarra no pasaron desapercibidos, hubo agenda cultural, pero la participación de la gente no fue la esperada. Habrá motivos, ¡sí!; pero no podemos dejarnos vencer por la desidia o el miedo.