Las comerciantes que se ubican frente a la Unidad Educativa Bolívar, en Tulcán, ya están más tranquilas ante supuestas denuncias que recibieron para ser retiradas de este espacio.
A un acuerdo llegó el grupo de mujeres con autoridades de la institución y funcionarios municipales. Son más de 30 años que algunas tienen vendiendo comida rápida a los estudiantes y ciudadanía en general que transita por este sector.
Todas las comerciantes forman parte de diferentes asociaciones del cantón, María Canacuán vende cevichochos desde la pandemia, pero aseguró que de acuerdo a sus compañeras es la primera vez que reciben estas molestias.
Según las comerciantes hubo denuncias para que se retiren de este espacio, pero hasta ahora no recibieron documentación oficial. “Somos cabezas de hogar y de aquí llevamos el pan de cada día”, mencionó María.
Guadalupe Hernández es una de las primeras comerciantes que empezó a trabajar en este sector desde hace más de 30 años. “Ya arreglamos el problema dando gracias a Dios, conversamos con las autoridades del colegio Bolívar y del Municipio, quedaron en apoyarnos. Somos gente pobre que venimos aquí a ganarnos el pan de cada día para nuestros hijitos y nietos también porque ahorita no hay fuente de trabajo”.
Por su parte Danny Olmedo, director de Control del Municipio de Tulcán, mencionó también que las comerciantes cuentan con autorización para las ventas en la parte externa de las unidades educativas, “ellas cumplen con tema de seguridad e higiene, han sacado sus permisos y pertenecen a asociaciones de ventas ambulantes y han cumplido también con sus normas sanitarias y con las capacitaciones”, añadió.