En un giro sorprendente, la vicepresidenta Verónica Abad ha decidido romper su silencio después de la detención de su hijo, Sebastián Barreiro, en relación con el caso Nene. Abad acusó al presidente Daniel Noboa y el gobierno de una supuesta persecución en su contra y de su familia; y anunció que acudirá a las instancias del Sistema Interamericano de Derechos Humanos para denunciar estos hechos. La detención de Barreiro se produjo el pasado jueves 21 de marzo en Cuenca, bajo la sospecha sobre posible tráfico de influencias.
Abad se pronuncia
Abad afirmó en una entrevista con el medio de comunicación OPA de Costa Rica que su hijo fue allanado por la Fiscalía sin tener pruebas contundentes en su contra. Este repentino pronunciamiento de la vicepresidenta sugiere un clima de tensión política y judicial en el país, especialmente en el contexto previo a una posible solicitud de licencia por parte de Daniel Noboa para buscar la reelección.
La acusación de Abad sobre una presunta persecución plantea interrogantes sobre el estado de la democracia y el respeto al debido proceso en la nación.
La decisión de Abad de recurrir a instancias internacionales de derechos humanos subraya la gravedad de las acusaciones y la determinación de la Vicepresidenta y su familia de defenderse ante lo que consideran un ataque injustificado por parte del gobierno. Abad añadió “primero soy madre que vicepresidenta”, mostrando su preocupación porque su hijo fue trasladado a La Roca, una de las prisiones más peligrosas, también mencionó que no se han presentado pruebas suficientes para llegar a medidas tan drásticas, apresuradas y fuertes.