Luis Imbacuán observó con nostalgia el cuadro vivo que representó el camino de Jesús hacia la cruz. “Es un momento para la reflexión. Es importante resaltar la fe que se pregona este Viernes Santo, donde Dios realizó un acto de amor por la humanidad”, dijo.
Justamente, decenas de personas formaron parte del vía crucis que realizó la Iglesia de Cristo Resucitado, que se ubica en la parroquia El Sagrario. Soldados romanos, cucuruchos, verónicas y apóstoles fueron los personajes que formaron parte del escenario.
La Procesión
La procesión inició a las 9:00 en el conocido Parque del Avión y recorrió varias calles del sector. Durante el trayecto, los feligreses tuvieron la oportunidad de presenciar las catorce estaciones, que recrean los últimos acontecimientos de la vida de Jesús.
Los evangelios relatan que, inmediatamente después de la decisión de Poncio Pilato, Jesús fue despojado de sus prendas, golpeado y agredido con piedras. Luego se le colocó una corona de espinas en la cabeza y le hicieron cargar su propia cruz hasta las afueras de Jerusalén, donde fue crucificado junto a otros dos ladrones y bajo un cartel que decía: “Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos”, origen de las siglas y de la expresión INRI. Todo este proceso fue dramatizado en el vía crucis.
El momento más emotivo de la procesión, donde corrieron incluso lágrimas en los ojos de los asistentes, fue cuando los soldados romanos entregan a María a su amado hijo Jesús y llora al verlo muerto.
Jorge Rubio, fiel de la Iglesia de Cristo Resucitado, comentó que “es gratificante ver como se mantiene este tipo de dramatizaciones, que une a los vecinos y la parroquia”. Además, meditó sobre el significado del Viernes Santo, que vas más allá de una simple fecha en el calendario.
“Es tiempo para recordar el sacrificio de Jesús, renovar la fe y comprometerse con los valores de amor, perdón y redención que él nos enseñó con su vida y su muerte”, expresó.
La Tradición
El Viernes Santo es, fundamentalmente, un día de duelo para recordar la crucifixión de Jesús en el Calvario, quien se sacrificó para salvar del pecado a la humanidad. Es el segundo día del llamado Triduo Pascual, el periodo durante el que la liturgia católica conmemora la pasión, muerte y resurrección. Esta fecha se convierte en uno de los días centrales de la festividad católica-cristiana.
Además, la cruz recibe un lugar central en las ceremonias, siendo adorada como el símbolo del sacrificio. Es común que los fieles se acerquen a besar o tocar la cruz en señal de veneración.
El Sábado Santo es un día de dolor y tristeza que se destina para el silencio, luto, y reflexión, así como lo hicieron en el sepulcro María y los discípulos. Las puertas de la iglesia permanecen abiertas, y los padres atienden las confesiones.
Finalmente, el Domingo Santo es una fiesta que celebra el regreso a la vida de Jesús, el hijo de Dios, después del martirio vivido. Este día se organizan diversas liturgias y procesiones.
