Los recientes resultados electorales en Guatemala dieron un giro inesperado por la segunda vuelta, entre dos candidatos de la centro-izquierda. En primer caso Sandra Torres, la eterna candidata y segundo Bernardo Arévalo, el aspirante sorpresa que nació -como es habitual en Latinoamérica-, de liderar protestas sociales en las calles. Este resultado es interpretado por analistas como un castigo a la “vieja política” y un rechazo al sistema político actual. Mientras esto ocurre en Guatemala; en su vecino país El Salvador Nayib Bukele se mantiene con altas calificaciones y confirma sus excelentes relaciones con su población. Con casi 9/10 ya se instala como precandidato para las próximas elecciones.