Es cierto que desde el Gobierno se está haciendo lo posible por mantener funcionando las hidroeléctricas, para evitar un apagón nacional con mayores consecuencias, pero también es una realidad que el equipo de trabajo del que se rodeó el Presidente-Candidato no fue capaz de solucionar un problema, y que, como un lugar común le sigue heredando a gobiernos pasados. “El país que resuelve” todavía no ha podido solucionar un adecuado calendario de apagones que permita al sector comercial y emprendedor establecer protocolos de respuesta ante esta crisis. Un futuro que nadie quisiera es que el generador eléctrico y el foco recargable se conviertan en artículos de primera necesidad. Comunicados de última hora, calendarios de suspensión con poca antelación, renuncias y encargos, siguen siendo el pan diario. La incertidumbre de saber si tendrán luz o no tendrán, si se apagará a una hora o se retrasará. Así no se puede.