El 12 de junio de 1885, hace 139 años, se inició la construcción del edificio del Ex Colegio Nacional Teodoro Gómez de la Torre, con la participación entusiasta de los ibarreños. Previamente, en la Catedral hubo una ceremonia religiosa por la primera piedra, con la presencia de las autoridades gubernamentales y los miembros del Concejo Municipal.
Primera Piedra
Se tenía previsto colocar dos piedras: la primera, por el Coronel Teodoro Gómez de la Torre; y la segunda, por el Gobernador de la Provincia, General Vicente Fierro; quien propuso que una tercera piedra, la coloque el Dr. Mariano Acosta, rector del Colegio. Por esto, en la parte superior del marco de piedra de la entrada principal, en la actual calle Sucre, hay tres inscripciones: T. G. de la T./ V. F./ M. A.
Sin embargo, el General Fierro puso dos piedras, porque el Coronel Teodoro Gómez de la Torre se encontraba enfermo en Quito. Tres meses después, el 14 de septiembre de 1885, falleció, dejando mediante testamento, a más de la donación del terreno, la tienda y los materiales de construcción, ocho mil sucres, más los intereses que haya producido ese año; y, tres cupones del Ministerio de Hacienda, equivalente a 700 pesos.
En este acto de colocación de las primeras piedras, el General Vicente Fierro, expresó: “De las ruinas de una ciudad nace otra, y sobre los escombros de un edificio se alzan otros nuevos. (…) en este recinto donde antes habitaron honorables vecinos, me ha cabido el honor de colocar hoy, tanto como representante del Supremo Gobierno, cuanto como encargado por el benemérito ciudadano señor Coronel Don Teodoro Gómez de la Torre, las primeras piedras para un edificio que debe ser el foco de las luces y el depósito sagrado del porvenir de este país.”
El Ex Colegio, siguiendo los ideales de su distinguido Patrono, ha sido promotor de una brillante actividad educativa y cultural, una de las más importantes del país, formando a miles de jóvenes del norte del Ecuador, que se han destacado a nivel nacional en todas las áreas de la actividad humana.
Propuesta
“Me parece que el edificio ubicado en las calles Sucre y Flores que estamos mencionando, se destine al funcionamiento exclusivo de un Centro Cultural (…), se expondrían los hechos más significativos de los habitantes desde la época prehispánica hasta nuestros días. Esto fortalecerá la ilustración pública, contribuirá a la educación de niños y jóvenes, elevará la formación cultural de los ibarreños y su autoestima; además, brindará a los turistas una importante información histórica. Sería la mejor manera de rendir homenaje a los esfuerzos realizados y logros alcanzados durante siglos, por los habitantes de este hermoso sector de la Patria”, dice Amílcar Varela Jara.