La captura del presunto violador en serie, que atacaba en Pimampiro, no ha puesto fin al temor de la ciudadanía de este cantón de Imbabura. Todo lo contrario. Los pimampireños exigen mayor seguridad. Al menos, así lo exigieron en una marcha ciudadana, que se realizó el último fin de semana, y en los debates de las redes sociales.
La propuesta
Ximena Yépez, concejal del municipio local, fue la primera autoridad en alzar su voz.
Denunció “la situación de violencia que enfrentan las mujeres en el cantón”. Además, aseguró que lleva dos años exigiendo la construcción de un Plan de Seguridad Cantonal. Pero no he recibido respuesta del pleno del gobierno cantonal.
El último viernes, cuando sumaban tres mujeres abusadas, el alcalde Óscar Narváez informó que se reforzarían los operativos de control. Así se acordó en una cita entre representantes de la Fiscalía y la Policía Nacional.
La ciudadanía se unió
Hasta mayo, Pimampiro estaba considerado uno de los cantones con menor índice de delincuencia de Imbabura. Hasta que se conoció que cuatro mujeres habrían sido abusadas sexualmente la semana anterior. Ellas presentaron denuncias ante la Fiscalía.
El testimonio de las afectadas permitió atrapar al presunto responsable. Todas coincidieron en que el agresor era un extranjero. Les ofrecía trabajo y, finalmente, las conducía a un inmueble que rentaba en el sector de Paragachi. Ahí habría violado a tres de las cuatro mujeres. El último ataque ocurrió el sábado en las calles Bolívar y Aguirre.
Un día después, la ciudadanía capturó al sospechoso, que fue identificado como José Fernando P. M., de nacionalidad venezolana. A través de un grupo WhatsApp los ciudadanos comenzaron a cruzar información en torno al presunto violador. También se envió una fotografía. Eso permitió identificar y detener al sospechoso, que intentaba abandonar Pimampiro a bordo de un autobús.
Pero fue atrapado por los vecinos de El Juncal. La gente enardecida lo golpeó. Finalmente, fue rescatado por la Policía Nacional. Ahora guarda prisión preventiva.
