El Carmelo, parroquia rural de Tulcán, avanza hacia un importante desarrollo social y deportivo gracias a un proyecto conjunto entre el Municipio y el Gobierno Parroquial. La construcción de un parque deportivo y recreacional en esta comunidad será una realidad gracias a una inversión total de 300 mil dólares. Esta obra tiene como objetivo fomentar el desarrollo integral de niños, niñas y jóvenes, ofreciéndoles un espacio seguro para el deporte y la recreación.
Acuerdo y aportes para la obra
El acuerdo fue alcanzado luego de una reunión entre el alcalde de Tulcán, Dr. Andrés Ruano Paredes, y la presidenta del Gobierno Parroquial de El Carmelo, Ing. Andrea Ortega. En esta cita se decidió unir esfuerzos institucionales para hacer posible el proyecto, que ya tiene un terreno destinado, propiedad del GAD Parroquial, el cual será entregado en comodato al Municipio para su desarrollo.
Esta cesión facilita que la municipalidad se encargue de los estudios técnicos, paso imprescindible para comenzar la construcción. La inversión se divide en 250 mil dólares aportados por el Municipio y 50 mil dólares del GAD Parroquial, demostrando la colaboración interinstitucional para beneficiar a la comunidad.
Apoyo comunitario y compromiso social
El centro deportivo contará con una cancha sintética de fútbol, canchas para ecuavóley y baloncesto, áreas verdes con iluminación, espacios de caminería, juegos infantiles y también instalaciones administrativas. Este proyecto impulsa el deporte, la recreación y la convivencia social, promoviendo la inclusión. Además, en los próximos meses se ejecutarán sistemas de agua potable, saneamiento, cerramiento y nichos para el cementerio, y la remodelación de la piscina “Tres Chorros”. Líderes comunitarios agradecen estas acciones que apoyan el desarrollo integral de la parroquia.
Líderes como Andrea Ortega, Silvio Rayo y Vicente Chacua expresaron su satisfacción por la inversión en obras que beneficiarán especialmente a la niñez y juventud local. Destacaron que este tipo de proyectos fortalecen el tejido social y contribuyen a mejorar la calidad de vida en zonas rurales, generando esperanza y oportunidades.