En el marco de las paralizaciones que se han situado con mayor fuerza en Otavalo, resultando en vías cerradas que dificultan el tránsito de personas y vehículos, los proyectos sociales, artísticos, educativos y deportivos continúan en marcha, acumulando más de 7.000 beneficiarios.
Actividades en curso
Con corte al 10 de octubre, las áreas de “Desarrollo Social, Cultura y Deporte mantuvieron sus actividades, beneficiando a más de 7.000 personas con proyectos de arte, deporte, salud y apoyo comunitario”, destacó a través de un comunicado la Alcaldía de Otavalo.
De esta manera, reafirman que “la acción social no se detiene, incluso en momentos de crisis”. La Dirección ha continuado impulsando iniciativas que abarcan áreas como atención psicológica, promoción cultural, apoyo educativo y acompañamiento a adultos mayores.
Atención a niños y adolescentes
Entre las principales acciones destacan las desarrolladas desde el Centro Renacer, donde se brinda atención integral a niños y niñas con discapacidad mediante el Proyecto de Promoción y Prevención de la Salud Intercultural.
Durante la última semana, se realizaron terapias domiciliarias de fisioterapia, psicología, estimulación cognitiva, motricidad fina y lenguaje, con el objetivo de fortalecer el desarrollo físico y emocional de los beneficiarios.
Adultos mayores
Asimismo, mediante el Sistema Integral de Prevención de la Salud del Adulto Mayor, se desarrollaron actividades recreativas y de terapia ocupacional con los grupos Manos Amigas del barrio Central y de la Casa de la Juventud, fortaleciendo la memoria, las habilidades cognitivas y el bienestar emocional.
En la comunidad de Fakcha Llakta, parroquia Miguel Egas Cabezas, el equipo técnico realizó visitas domiciliarias para acompañar y animar a los adultos mayores.
Apoyo escolar y actividad física
Desde el proyecto de apoyo escolar y familiar, también se brindó seguimiento académico y acompañamiento psicosocial a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, contribuyendo a la continuidad educativa a pesar de la coyuntura.
Paralelamente, los talleres de danza andina continúan de manera virtual, permitiendo que decenas de niños y jóvenes sigan aprendiendo y expresándose a través del arte.
“La danza sigue viva, y con ella, también nuestra esperanza”, destacan, resaltando el papel del arte como un refugio y una herramienta de conexión social en tiempos difíciles.