Las nubes de gas que se formaron en Otavalo el 14 de octubre por los enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes no solo afectaron a las personas que se encontraron en medio de la confrontación, sino también a los animales.
Desde Clínicas Veterinarias BAI manifestaron preocupación por la presencia de perros que estaban en las zonas de conflicto.
“Las personas eligen estar ahí, pero ellos no… ellos no entienden lo que sucede, solo sufren las consecuencias”, expresaron a través de una publicación en redes sociales.
Perros en las manifestaciones
Medios locales reportaron que varios canes fueron vistos desorientados y asustados debido a los enfrentamientos y el uso de gas lacrimógeno.
Según BAI, en el centro de Otavalo algunos animales comunitarios, es decir, los que son aceptados, alimentados y cuidados por una comunidad de personas, fueron resguardados; sin embargo, instaron a la población a proteger a quienes están en las calles hasta el cese de los conflictos.
Tanto la Fundación Colitas de la Calle como la Clínica Veterinaria Santé expusieron la llegada de nuevos animales a la ciudad en el transcurso de las paralizaciones. Muchos están perdidos y no conocen el camino de retorno.
La fundación describió los días de paralización como “realmente duros”, debido al aumento de perros abandonados, enfermos y recién nacidos.
Brote de moquillo
Además, desde la Clínica Veterinaria Santé se reportó un brote de moquillo entre los perros callejeros y se hizo un llamado a la ciudadanía para mantenerse vigilante.
“Los callejeritos están estresados por el encierro; hemos recibido perritos confundidos y con heridas pequeñas que hemos curado”, señalaron.
Recomiendan darles agua en envases plásticos y luego desecharlos para evitar que se esparza el brote de moquillo
Escasez de comida
La escasez de comida no solo para la ciudadanía, sino también para los ‘peluditos’ es otra de las consecuencias a las que se enfrentan clínicas y fundaciones.
Encuentran dificultades económicas para alimentar a los animales callejeros debido a que las donaciones son pocas.