El lago San Pablo, en primera instancia, presentaría contaminación, según la toma de muestras de cuatro puntos de la cuenca, hecha por un equipo de tesistas de la Universidad Central del Ecuador, acompañados del doctor Max Bonilla, docente de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UCE.
Los comuneros de Pucará de Velásquez, en la parroquia de Eugenio Espejo, expresaron su preocupación por la quema de dos bombas en una planta de tratamiento que se encuentra aproximadamente a 30 metros de la orilla del lago, a través de la cual las aguas servidas desembocan al lago.
Recolección de las muestras
La toma de muestras comenzó con la recolección del agua que reciben los moradores de la comunidad en sus viviendas, que proviene de Mojanda, la cual, en primera instancia, según explicó el profesor Bonilla, se encuentra en los rangos aceptables de calidad.
El siguiente punto fue en donde se desencadena la problemática. Se tomó la muestra de las aguas que salen directamente de la planta de tratamiento que no está en funcionamiento, en donde los resultados fueron críticos. Los resultados de la prueba in situ mostraron una alta cantidad de sólidos en el agua porque no se está tratando.
Además, según Bonilla, también existe mucho amoniaco que se refleja en el olor que desprende, porque se trata de aguas de descomposición, es decir, hay orine, heces fecales y todo lo que proviene de las casas.
Luego de la toma en un punto más de este sector, prosiguieron en el Parque Acuático de Araque, en la vertiente Ojo del Quinde y en el río Itambi.
El problema en la comunidad
Diego Conejo, presidente de la comunidad, indicó que este problema saltó a la vista cuando estaban construyendo locales comerciales para emprendimientos gastronómicos. “Estábamos tratando de instalar el tema del alcantarillado y abrimos una tapa que está muy cerca de los locales, cuando nos dimos cuenta de que el agua estaba llena y no estaba circulando”, comentó Conejo.
El problema fue conocido en mayo de 2024, y desde entonces han intentado pedir soluciones al tema de la contaminación. Según Luis Enrique Velásquez, presidente de la Junta de Agua de la comunidad, presentaron oficios al Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, y a la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Otavalo.
Por parte de EMAPAO, Gustavo Andrade señaló que está planificada la adquisición de las bombas para el primer cuatrimestre de este año, ya que el año anterior se declaró desierto el proceso en el SERCOP debido a que el oferente no cumplió con las especificaciones técnicas.
Una de las principales preocupaciones es que, de acuerdo con Velásquez, esta agua tiende a ser usada para el consumo humano en la comunidad.