La jornada democrática en cada una de las sedes de la Casa de la Cultura Ecuatoriana se cumplió sin mayores contratiempos. Una educadora estará al frente de la dirección en la provincia de Imbabura. Además, es la primera mujer en la historia de esta sede. La decisión de la mayoría resultó propicia desde el punto de vista operativo y administrativo, considerando que en este Gobierno, el interés por la Cultura tuvo otro giro luego de casi dos décadas. Con la fusión de la cultura y la educación, el conocimiento y la experiencia de una docente son un punto a favor. Además, su experiencia en el campo de la gestión pública se puede aprovechar desde muchas aristas. El reto está en la mesa. Hoy las nuevas cabezas de cada uno de los núcleos, en especial el de la provincia. Ruby Estévez tiene el reto de unificar a todos los actores sociales en un solo frente y es la defensa del sitial que la cultura se ha ganado paso a paso. Que deje de ser la última rueda del coche.