Luis Cupichamba tiene 35 años y una convicción clara: trabajar por los derechos de las juventudes diversas en Imbabura. Desde el 2019 forma parte del el proceso de ‘Agendas Juveniles’, una iniciativa que articula a adolescentes de distintos cantones, con el fin de fortalecer su participación social y política.
Una clara visión
El compromiso de Luis tiene raíces profundas. Se vinculó al trabajo social cuando participó en la creación del ‘Código de la Niñez y Adolescencia’. Desde entonces transita por diferentes espacios organizativos, enfocados en derechos sexuales y reproductivos, participación ciudadana y diversidad.
Justamente, en 2017 fue uno de los fundadores de la ‘Asociación Asiris’, en Ibarra. Esta organización se enfoca en los derechos de la población LGBTIQ+. Desde allí acompaña procesos comunitarios, visibilizado realidades y generado acciones para fortalecer la inclusión y la no discriminación. Considera que la diversidad no es un tema marginal, sino parte esencial del tejido humano que sostiene las comunidades.
Su recorrido profesional también incluye el sector público. Fue secretario técnico del Consejo Cantonal de Protección de Derechos de Ibarra (CCPD-I) y formó parte del equipo técnico del Consejo Cantonal de Salud. Actualmente, Luis se desempeña como coordinador provincial de Agendas Juveniles Imbabura.
Cerca de la realidad
“Mi experiencia me ha permitido vincularme a programas, a proyectos de organizaciones sociales. También he generado este empoderamiento para defender mis propios derechos y guiar a otras personas, en especial a los jóvenes”, destacó Luis.
Su labor no se limita a oficinas ni reuniones. Se extiende a los territorios, a los espacios donde los jóvenes piensan, crean y se organizan. Para él, cada encuentro es una oportunidad de fortalecer la voz colectiva.
Su apoyo
Luis reconoce que su familia es su principal red de apoyo. Habla con ternura de su abuela materna, a quien llama “el amor de mi vida”, por ser su guía y darle esa energía constante. Además, tiene dos hermanos mayores y siete sobrinos y sobrinas, quienes forman parte de su red afectiva y lo acompañan en cada etapa de su camino.
En ese trayecto, él sigue tejiendo alianzas, impulsando sueños y recordando que la transformación social comienza cuando una voz se convierte en muchas.
