lunes, 12 mayo 2025
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“Bienvenido Claudio al país que te vio nacer”. Esa frase escrita sobre un cartel resaltaba en la capilla ardiente levantada, en la comunidad kichwa de Carabuela, en Otavalo. Ahí fue despedido Claudio Ramos, quien fue asesinado en Chile, tras resistirse a un asalto.

La madre, Miche Morales, y su esposa, acompañaban la mañana del 22 de octubre al féretro, color café, que contenía el cuerpo del fallecido. Seis velas encendidas y platos que contenían pan, manzanas y huevos, completaban el triste escenario.

A Chile por trabajo

“Tenía 28 años. Hace cinco viajó a la localidad chilena de Tongoy, situada al norte del país, en busca de mejores días. Trabajaba en una empresa de pesca”, relata Jorge Ramos, tío del fallecido. La madre y la esposa de la víctima prefieren no hablar. Suavemente elevan plegarias en kichwa.

“Queremos justicia. No es posible que un joven trabajador y padre de familia pierda la vida de esa manera”. Así exigían los primos y tíos de Claudio. Se refieren a la madrugada del 12 de octubre en que el ecuatoriano es asesinato mediante disparos, luego de ser interceptado por tres personas. Esas imágenes quedaron grabadas en un video de vigilancia instalado en un parque público de Tongoy.

La repatriación 

La repatriación del fallecido tardó 10 días,  que llegó a su tierra natal. “Fue complicado reunir el dinero para traer el cadáver. En Ecuador hicimos un pollo solidario. También recolectamos dinero entre vecinos de Carabuela y migrantes que están en el exterior. En Chile también la comunidad de indígenas Kichwas colaboró, comenta Jorge Ramos.

Acá todos somos unidos, aseguraba una de las 10 mujeres que pelaban papas y preparaban los alimentos para las personas que acompañarían el velorio. A la llegada del cofre fúnebre, la noche del lunes 21 de octubre, se congregaron aproximadamente 300 personas.

Pero, seguro, para la noche llegará el doble de dolientes. Así calculaba una vecina que atiende una tienda al frente de la casa de la madre de Claudio Ramos en la calle Imbabura y Otavalo.

A medida que avanzaba la mañana del 22 de octubre, seguían llegando personas para darle el último adiós. En la parte baja del cartel, instalado en el velorio, se leía la frase: “Vuela alto, Claudio. Adiós padre, hermano y sobrino».

Sepultado en Ilumán

“Para hoy (23 de octubre), está previsto que el compatriota sea enterrado. Su cuerpo reposará en el Cementerio de Ilumán.

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