“En la provincia de Imbabura hemos logrado reducir los niveles de violencia”. Eso es lo que asegura el coronel Yuri Narváez, comandante de la Policía provincial. La estadística la dio a conocer la mañana de ayer durante la ceremonia por los 179 años de institucionalización de la Policía Nacional.
Los datos
Según el oficial, la provincia está entre las regiones más seguras del país y en lo que va del año se ha contabilizado una reducción del 21% de los niveles de delincuencia. También señaló que en el 2024 los índices violentos relacionados a homicidios intencionales se cerraron con una reducción del 17% comparado con lo sucedido en el año 2023. “Esto es una tasa de homicidios del 5.3 por cada 100.000 habitantes, ubicando a la provincia entre las más seguras”, aseguró Narváez ante los asistentes, entre ellos policías de varias unidades, así como de militares y autoridades locales que asistieron al auditorio Teatro Imbabura de la Casa de la Cultura Núcleo de Imbabura.
Trabajo coordinado
Durante la intervención, el coronel Yuri Narváez aseguró que el logro no es una casualidad, sino el resultado del trabajo de los policías (hombres y mujeres) y del esfuerzo conjunto de todas las instituciones del Estado y demás autoridades locales.
Según sus palabras, han comprendido que la seguridad ciudadana no es una tarea aislada ni tampoco una tarea exclusiva de la policía, sino un esfuerzo interinstitucional e integral. Por la coordinación según el coronel, la provincia además cuenta con un incremento a la flota vehicular de patrulleros que permiten responder de manera inmediata a los auxilios y fortalecer el patrullaje preventivo, además de insumos logísticos que han sido donados para la ejecución de operativos más efectivos de control.
Unidades rehabilitadas
El oficial además habló sobre los equipos tecnológicos que permiten a la Policía mantener una ventaja estratégica, además de vigilancia y seguimiento del delito. Habló sobre las áreas de entrenamiento como el polígono de tiro especializado que han permitido capacitar a los servidores policiales para que, cuando deben actuar, lo hagan con preparación y profesionalismo. Otro aporte fundamental, según Narváez, ha sido la restauración de las Unidades de Policía Comunitaria del Distrito de Ciudad Blanca. Según Narváez, muchas se encuentran en malas condiciones, pero con la ayuda de la municipalidad está en marcha la readecuación de esos espacios esenciales para el servicio policial, lo que de acuerdo al oficial no solo mejora la operatividad policial, sino que también dignifica a quienes los habitan.
Policías caídos
En la ceremonia además se rindió homenaje al cabo segundo de Policía, Bolívar Orlando Rosales Morocho, oriundo del cantón Urcuquí, donde fue sepultado. El agente falleció en Esmeraldas, luego de ser atacado cuando acudió a una llamada de auxilio, por el asesinato de un comerciante. Una herida de bala en la cabeza lo mató. El cabo dejó a una niña de 4 años en la orfandad. Días antes, el cabo primero, Sergio Limaico, falleció en Manta, Manabí, mientras realizaba un control en las vías. El agente que pertenecía al Grupo de Operaciones Motorizadas fue atropellado por un taxi. El chofer fue detenido.
