La noche del miércoles 12 de junio, un grupo de al menos seis personas ingresó violentamente a un local de tecnología, especializado en productos Apple, ubicado en la intersección de las calles Antonio José de Sucre y Obispo Mosquera de Ibarra. Se calcula que los objetos sustraídos superan los 10 mil dólares en pérdidas.
Alarma
El propietario del local, de 34 años, fue alertado por una alarma instalada en su teléfono celular que detectó la presencia de intrusos en el interior del establecimiento. Según relató a la Policía, el sistema le notificó la desactivación forzada de la seguridad. Al revisar las cámaras de videovigilancia desde su celular, el afectado observó que uno de los delincuentes se abalanzó sobre una de ellas para evitar ser grabado.
Yo tengo una alarma que me manda alerta directa al celular, me avisa cuando desactivan el sistema y ahí mismo reviso las cámaras. Ví cómo uno se lanza a la cámara y la rompe., (Narró la víctima del robo a este medio).
Forzadas
Las grabaciones revelaron que los sujetos habían estado merodeando la zona desde las 20:00, disfrazados con uniformes similares a los de técnicos de televisión por cable. Posteriormente, uno de ellos trepó por una ventana ubicada en la parte posterior del edificio, justo en el área de una guardería, donde forzó una rejilla metálica e ingresó por un espacio reducido destinado originalmente a la ventilación.
Desde allí, rompieron parte de la pared e ingresaron al interior del local.
Ya dentro, los antisociales forzaron vitrinas, rompieron cajas y estuches, y comenzaron a sustraer todos los artículos de alto valor.
Se comunicaron
De acuerdo con el testimonio del propietario, los antisociales abandonaron el lugar caminando por el portón principal, simulando ser dueños del local.
Las imágenes recuperadas muestran al menos cuatro personas dentro del local, además de una mujer que se mantenía en el exterior, aparentemente alertando a los demás sospechosos. Lo que más llama la atención del propietario es el silencio total que rodeó el hecho. A escasos metros del local hay una peluquería que opera hasta altas horas, y la persona a cargo aseguró no haber escuchado absolutamente nada.
“Me parece increíble que nadie haya escuchado nada. Estuvieron adentro más de dos horas y nadie se dio cuenta”, comentó.
